Reciclaje de plástico: Hoy y Mañana

Las consecuencias del desecho de plástico son visibles en diferentes ecosistemas, desde océanos hasta hábitats terrestres. Aunque existen grandes incentivos tanto medioambientales como económicos para el reciclaje de plástico, las técnicas de tratamiento de los residuos son limitadas. En este post vamos a hablar del nivel de desarrollo tecnológico del reciclaje de plástico a día de hoy y de cómo esperamos que evolucione en los próximos años.

Separar por tipos de residuos es costoso

 

La separación de residuos por tipo antes de su tratamiento es muy costosa y requiere mucho tiempo, razón por la cual se pide a la ciudadanía que separe en distintos contenedores. No sólo eso, sino que la separación por tipo de plástico (PET, PVC, PS…) por parte de la empresa de reciclaje también hace que se encarezca el proceso y que se gaste energía y recursos que podrían ahorrarse con nuevos métodos. Por eso, es necesario el desarrollo de técnicas que permitan reciclar materiales complejos (formados por más de un tipo de plástico), que sean más eficientes y que incluso permitan reciclar polímeros que no se pueden reciclar actualmente. Aun así, es importante decir que siempre va a gastarse mucha menos energía y recursos naturales reciclando plástico que creando plástico virgen.

 

¿Cuánto plástico se desecha?

 

Anualmente, alrededor de la mitad de la producción mundial de plástico (150 millones de toneladas) se desecha en vertederos. Estados Unidos genera en torno al 20% de estos residuos de plástico. Esto no es sólo perjudicial para el medioambiente, sino que también significa una pérdida económica. Por ejemplo, el valor de mercado estimado de todos los envases de plástico desechados sólo en Estados Unidos es de 8,3 billones de dólares. Además, reciclar el plástico hace que se gaste menos energía que usando plástico virgen: 1 tonelada de plástico reciclado puede ahorrar hasta 130 millones de kilojulios de energía. Esto es equivalente a la energía que gastan 4 casas en España en un año. Si multiplicamos este número por el total de plástico desechado anualmente, sería equivalente a la energía consumida por 520 millones de casas españolas en un año o a 3.5 billones de barriles de petróleo (176 billones de dólares).

 

¿Qué técnicas de reciclaje de plástico hay?

 

El reciclaje mecánico de plástico es el más extendido y usado a día de hoy. Esto consiste en lavar el plástico, seguido por su trituración y reconversión en láminas. El problema es que este proceso está bastante limitado a ciertos tipos de plástico como el termoplástico (PET, PVS, PS, ABS…), debido a que las propiedades son distintas en cada tipo. Los termoplásticos son el tipo de plástico que se suele utilizar en envases como el blíster o las bandejas de plástico, que son 100% reciclables si el material es apto.

Otros procesos incluyen la pirólisis para producir gases, combustibles o ceras con el uso de catalizadores. Esto se conoce como reciclaje químico. El problema de este proceso es que consume mucha energía, por tanto, no está tan extendido. Otra opción, aunque no es para nada recomendable, es usar los plásticos como combustible y generar energía gracias al calor desprendido. Sin embargo, se pierde el material y se genera mucha contaminación.

 

¿En qué dirección va el reciclaje de plástico?

 

A día de hoy la innovación en el reciclaje toma 3 direcciones distintas: la mejora del reciclaje químico en cuanto a la eficiencia y la posibilidad de seleccionar tipos de plástico con el uso de catalizadores, la disminución de la necesidad de separar por tipos de plástico y expandir el reciclaje de plásticos más allá de los termoplásticos. Sin embargo, el gran problema reside en el alto gasto de energía que esto requiere y en la búsqueda de catalizadores capaces de realizar la tarea eficientemente. Además, cuando 2 tipos de plástico distintos se mezclan en un material complejo, pasa algo muy parecido al problema causado por los “plásticos biodegradables” . Y es que, las condiciones de reciclaje de cada material son distintas, haciendo el mismo muy difícil y costoso.

Por tanto, a día de hoy lo más prudente hasta que se investiguen y creen materiales nuevos y soluciones ante la falta de reciclaje, es usar, como mínimo, plásticos que se puedan reciclar (como PET, PS, ABS, PVC…), e idealmente plásticos reciclados.

Referencias

Garcia, J. and Robertson, M. (2017). The future of plastics recycling. Science, 358(6365), pp.870-872

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